FIELES LAICOS DE LA ADORACION PERPETUA (en construcciòn)

FIELES LAICOS DE LA ADORACION PERPETUA (en construcciòn)
CUSTODIA

lunes, 21 de febrero de 2011

MONSEÑOR JUAN BAUTISTA CASTRO. APÓSTOL DE LA EUCARISTÍA

"Monseñor Juan Bautista Castro fué patriota eminente. La austeridad de sus virtudes, su ánimo íntegro, e igual como hombre de Dios, le alzaron siempre muy por encima de todas las pasiones, de todos los partidos y de todos los personalismos. Es una de las notas más simpáticas y respetables de su existencia.

Por sobre las pasiones, por sobre las personas, él no veía ni solicitaba otra cosa sino el interés de la Iglesia y el bien de Venezuela; juntaba en su pecho los dos amores: de la Iglesia y de la Patria. Todas sus labores apostólicas nos hacen ver este aspecto patriótico de su misión." (Mons. N.E.Navarro. De la Oraciòn fúnebre en las exequias de Monseñor Castro)

domingo, 20 de febrero de 2011

ASOCIACION DE FIELES LAICOS DE LA ADORACIÓN PERPETUA

En el año 1.882, el Presbítero Juan Bautista Castro, funda la Obra de la Adoración Perpetua en la Iglesia de Las Mercedes en la ciudad de Caracas, redactando y proponiendo  los Estatutos que regiría esta Asociación, los cuales fueron aprobados por el Arzobispo de Caracas, Monseñor Crispulo Uzcategui, el 26 de Enero de 1.886. Estos Estatutos han sido adaptados al Derecho Canónico y a los Documentos recientes de la Iglesia a los fines de proteger y preservar el espíritu, propósito y razón de dicha Asociación.

La Asociación de los Fieles Laicos de la Adoración Perpetua del Santísimo Sacramento, obra  legada  a la Congregación de las Siervas del Santísimo Sacramento, por su Fundador, ha perdurado a través del tiempo conservando su patrimonio espiritual reflejado en la labor constante,  entrega y mística de sus religiosas.  Es una especie de “Orden Tercera” , por tratarse de miembros, que viviendo en el mundo y participando del espíritu de la Congregación, se dedican a la glorificación de la Divina Eucaristía y al apostolado, y buscan la perfección cristiana bajo la dirección de este Instituto.

Su Carisma es la Glorificación de Jesús en el Sacramento de la Eucaristía, en actitud contemplativa de adoración y reparación, con la finalidad de familiarizarse con las virtudes que caracterizan la vida de Cristo.
La Palabra de Dios es la primera fuente de nuestra espiritualidad eucarística, debido a que alimenta nuestra relación personal con Dios y Su Voluntad salvífica y santificadora. Para los fieles laicos de la Congregación, la adoración transforma y traduce en vida las verdades de la fe, que debemos propagar para que todos “tengan vida y la tengan abundante” (Jn. 10,10)

EL LAICO ADORADOR

El laico adorador debe procurar tener una vida espiritual sólida, de lanzamiento hacia los grandes proyectos que tiene Dios, en un mundo tan lleno de actividad y con un ritmo tan frenético de vida, el seglar se enfrenta a un cúmulo de ruidos e imágenes que alterar fuertemente su vida alejándolo de un ambiente de paz y de armonía,  es un ejercicio que exige que el Adorador se adentre en sí mismo, dándose tiempo para odorar y forjando su voluntad para llevar un horario donde pueda acudir a la fuente de las gracias, que es Dios.